Por Carla Julio

Probablemente Elizabeth Astudillo jamás pensó en cambiar su mundo estable y seguro trabajando como administrativa en la Municipalidad de San Pedro de Atacama, por días soleados y a la espera de que su equipo de trabajo (conformado por 3 millones de abejas) rindan con la meta y hagan productivo un negocio donde a diferencia del dicho popular, no todo ha sido miel sobre hojuelas…

En el camino emprendido junto a su marido hace 5 años, ha debido sortear como en todo en la vida, instancias de bonanza, e incluso el ataque de un asesino inescrupuloso parasito infiltrado desde la IV región…que ataca a las abejas y no les permite trabajar.

Por ello recibe muy bien el Programa Mujeres por un Futuro Sostenible (PMFS) impulsado por Xstrata Copper  y que en la actualidad ejecuta la Corporación para el Desarrollo Productivo Región de Antofagasta (CDP) que busca aumentar la competitividad de mujeres empresarias en la región a través de un programa de desarrollo integral que crea capacidades en gestión y liderazgo.

“Esta iniciativa es muy buena, y como mi interés es diversificar el uso que actualmente le estamos dando a la miel, con el programa estoy aprendiendo y adquiriendo herramientas que me van a permitir seguir avanzando”, señala. 

Miel y belleza

A partir de su incursión en la empresa, Elizabeth apostó por profesionalizar  el negocio, con ella se busca un nombre y se especifica el aporte nutricional del producto. Esta mujer es dulce, y muy discreta pero sus ojos son los que hablan por ella, y no dudan en transmitir el sueño de que pronto su empresa se convierta en una que sea capaz de abastecer la demanda que hoy tiene, y en especial poder diversificar sus productos hacia el mundo de la cosmética aprovechando los múltiples beneficios que ofrece la miel.

“La miel es un muy noble, tiene propiedades como vitamínico, tranquilizante y a ello se suma lo beneficioso que es para la cosmética natural”, explica. De ahí sus ganas en llevar adelante su empresa para que todos puedan disfrutar de este dulce elixir.

Por otra parte, el trabajo junto a su marido, ha permitido que a pesar del dolor de la separación de los hijos, Elizabeth es una convencida que ellos deben tener más oportunidades y de ahí que decidiera enviarlos a vivir y estudiar a Antofagasta con el único y sano objetivo que puedan conocer otras realidades y luego ver qué deciden, si regresar o seguir lejos de la familia; pero por decisión y proyectos de vida propios. 

Más Info en: ProgramaMujeres.cl