El Primer Tribunal Ambiental acogió a trámite este miércoles una nueva demanda por daño ambiental contra Minera Escondida. 

En esta oportunidad, se trata de una acción presentada por la Comunidad Indígena Atacameña de Peine, quienes aseguran que el sector de Tilopozo se ha visto afectado debido al uso desmedido de agua desde el acuífero Monturaqui-Negrillar-Tilopozo, ubicado en la comuna de San Pedro de Atacama, en la región de Antofagasta.

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En el documento, los demandantes afirman que la empresa minera es la causante del menoscabo al componente hídrico y a la vegetación de dicho acuífero y sustenta el líbelo en la sanción aplicada por la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) debido a la disminución de más de 25 centímetros del nivel freático (nivel de agua) en el sector de Tilopozo. Respecto de lo anterior, Escondida presentó ante el organismo fiscalizador un recurso de reposición con el fin de que se anule o modifique el procedimiento y la resolución a través de la cual se sancionó a la compañía.

"CONDUCTA ANTIJURÍDICA"

En la demanda, se sostiene que "el daño ambiental es consecuencia directa e inmediata de la conducta antijurídica de la minera toda vez que habiéndose activado los umbrales del PAT (Programa de Alerta Temprana) del acuífero no denunció dicha situación y no adoptó las medidas preventivas a las que estaba obligado para evitar que se produjeran las consecuencias dañosas en el medio ambiente que forma parte del territorio ancestral de nuestra comunidad”.

Además, en el escrito se argumentan los antecedentes socioculturales de la comunidad indígena y cómo las vegas de Tilopozo han sido claves para el desarrollo de actividades agropastoriles, lo que “ha comenzado a cambiar en las últimas décadas, por una parte por la disminución hídrica en la zona y al desarrollo de la actividad minera al interior del Salar de Atacama”.

"DAÑO AMBIENTAL DE CARÁCTER SIGNIFICATIVO"

Para los demandantes, la cuantificación del impacto, estimada en cientos de años sobre las aguas subterráneas que sostienen un sistema tan sensible como es el Salar de Atacama, “no puede sino que considerarse como un daño ambiental de carácter significativo”.

También, argumentan que “la dimensión de la afectación en cuanto a su extensión es de toda relevancia, toda vez que, alrededor de un cuarto de la vegetación ha sufrido una disminución de su vigor y/o cobertura, tendencia que es claramente reconocible para el período de 1995 a 2020 en que operaba MEL (Minera Escondida)”.

RESPUESTA DE ESCONDIDA

A través de una declaración, Escondida expresó que respeta "el derecho de la Comunidad Indígena Atacameña de Peine para seguir cualquier acción judicial que estime pertinente", sin embargo, agregó que "ésta se sustenta en los cargos presentados por la SMA, los cuales la compañía no comparte". 

"Estamos plenamente convencidos de haber actuado conforme a nuestras obligaciones ambientales establecidas en la RCA. Esta es información que reportamos por más de 20 años a la autoridad y tenemos estudios técnicos que establecen que no existe deterioro en las zonas de vegas de Tilopozo. Por lo tanto, la compañía seguirá con las distintas instancias que le otorga la ley para demostrarlo", recalcó la minera.

Asimismo, añadió que "como resultado de su estrategia hídrica y compromiso con la sustentabilidad, Escondida cesó la extracción de los acuíferos altoandinos en 2019 y actualmente solo opera con agua desalada".

"Más allá de la legítima intención de la comunidad por seguir este curso legal, la empresa reafirma que la construcción de relaciones significativas con los pueblos indígenas es un compromiso y una máxima prioridad. Por lo tanto, mantendrá su voluntad de continuar procesos de diálogo constructivos y de largo plazo con la comunidad basados en el respeto y la buena fe", concluyó Escondida.

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Imagen: Ciren.