Ángela López Ibarra falleció en octubre de 2011 por una mala práctica realizada en el Hospital Marcos Macuada de Tocopilla, donde le inyectaron (sin consultar su ficha clínica), una dosis de medicamento que la paciente al ser alérgica, le proporcionó la muerte.

De acuerdo a la información desarrollada en El Diario de Antofagasta, la Corte de Apelaciones de Antofagasta confirmó la sentencia que condenó al Servicio de Salud a pagar una indemnización por concepto de daño moral a familiares de Ángela.

El pago por concepto de daño moral ascendió a la suma de 50 millones de pesos al cónyuge, hijo y madre de López Ibarra; mientras que dos hermanos de la fallecida recibieron una suma de ocho millones de pesos.

La Segunda Sala del tribunal estaba conformada por ministros Dinko Franulic, Myriam Urbina y Jasna Pavlich, quienes llegaron a un fallo unánime.