Ya han pasado 24 días desde que el conductor colombiano M.R.O. de 44 años fuera brutalmente agredido con un martillo por un pasajero que había subido al microbús que conducía de la línea 107 del TransAntofagasta.

Si bien ya ha pasado algún tiempo desde el incidente -los ocho martillazos asestados en su cabeza lo dejaron gravemente herido-, aún padece las consecuencias del mismo.

"Todavía tengo secuelas, mareos, vértigos y vómitos. Me dan unas pulsaciones muy dolorosas en la zona del hombro derecho que me toma todo el brazo. Pero afortunadamente estoy tomando unas medicinas bastante fuertes que evita que los músculos se me recojan y me duelan. Tengo mucho dolor de cabeza y una pequeña sensación de 'eco' en mi cabeza, que hace que sienta los ruidos más lejos", declaró a El Mercurio de Antofagasta.

AGRESOR

Añadió al medio local que estaba conforme con que su agresor se encontrara en prisión preventiva, dado que lo calificó como un peligro para la sociedad.

No solo eso, el afectado indicó que este hecho generó gran preocupación de su familia en Colombia, por lo cual ésta le pidió que regresara, pero él no se encuentra convencido de esta petición.

"Fue horrible, se preocuparon mucho, se pusieron a llorar, me dijeron que me devolviera, pero a qué me voy a devolver si salí de Colombia buscando algo mejor (...) Lo primero es recuperarme, y por eso me tengo que quedar en Chile. No puedo volver estando mal", puntualizó al matutino.

* Imagen de referencia. Crédito: Huawei / Agencia Uno.